EFECTO PIGMALIÓN O EXPECTATIVAS AUTOCUMPLIDAS
El efecto Pigmalión, en psicología y pedagogía, es uno de los sucesos que describe cómo la creencia que tiene una persona puede influir en el rendimiento de otra persona. Esto supone, por tanto, algo importante de conocer y estudiar para los profesionales del ámbito educativo, laboral, social y familiar.
El efecto Pigmalión se puede identificar de las siguientes maneras:
- Suceso por el que una persona consigue lo que se proponía previamente a causa de la creencia de que puede conseguirlo.
- "Las expectativas y previsiones de los profesores sobre la forma en que de alguna manera se conducirían los alumnos, determinan precisamente las conductas que los profesores esperaban." (Rosenthal y Jacobson).
- Una profecía autocumplida es una expectativa que incita a las personas a actuar en formas que hacen que la expectativa se vuelva cierta
Este efecto tiene dos vertientes:
- Efecto Pigmalión positivo: produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual se produce el efecto, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del aspecto en concreto.
- Efecto Pigmalión negativo: produce que la autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa disminuya o incluso desaparezca.
Este efecto tiene dos vertientes:
- Efecto Pigmalión positivo: produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual se produce el efecto, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del aspecto en concreto.
- Efecto Pigmalión negativo: produce que la autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa disminuya o incluso desaparezca.
“El Efecto Pigmalión” requiere de tres aspectos:
- Creer firmemente en un hecho,
- Tener la expectativa de que se va a cumplir y
- Acompañar con mensajes que animen su consecución.
Situaciones en las que se da este efecto.
Este fenómeno se da cuando hay relaciones de dependencia entre las personas: padres e hijos, profesores y alumnos... El por qué sucede, estaría relacionado con una energía sutil que las personas somos capaces de enviar a otras; también interviene la que pone en marcha el chico para adaptarse a lo que se espera de él y, así sentirse tenido en cuenta, positiva o negativamente.
Conviene revisar nuestras expectativas, pues, a veces, actuamos de forma contradictoria. Por ejemplo, le decimos al hijo que estudie, pero creemos que no lo hará, dado que lo hemos intentado muchas veces. Ese proceso ha estado salpicado con frases del estilo: “Así no aprobarás; no haces más que ver la televisión”. Sin darnos cuenta, estamos colaborando en que el hijo cumpla lo que pensamos.
Os adjunto algunos enlaces que me han parecido interesantes sobre el Efecto Pigmalión
- ¿Qué es el efecto pigmalión?
- Efecto Pigmalión en wikipedia
- El efecto pigmalión, o cómo lo que pensamos afecta a lo que nos pasa (Psicología emocional)
- Efecto Pigmalión en el alula
- Efecto Pigmalión: 7 pasos para crear tu propia profecía autocumplida
Creo que debemos ser conscientes de nuestras capacidades personales y encontrar la forma de mejorarlas.
ResponderEliminarHa vale profe
ResponderEliminarLa superación es un reto que todos debemos de afrontar día a día para poder crecer como persona...un saludo.Pilar Espinosa. Mamá de Gemma Sanchez
ResponderEliminarUn saludo Pilar.
EliminarUn placer tenerte por aquí. Espero que te guste el blog y os sea de ayuda.